miércoles, 17 de septiembre de 2008

Para una historia del Gúlmont


La feria siempre ha ido según quién cuente su visión. Para relatar lo que fue el Gúlmont, es injusto e insuficiente que cuente yo la experiencia en que participé, que sé que tuvo un peso importante y que es la que mejor conozco. Debería también reunir las voces de muchos compañeros que hicieron de su paso por él, el urdido de otras partes muy importantes de lo que, todo junto fue

la historia de una agrupación muy especial dentro de la Universidad Laboral de Córdoba.
Contarlo todo es imposible, porque por el Gúlmont pasaron alrededor de cincuenta personas a lo largo de los primeros tres años de vida, entre 1960 y 63, y fueron muchos, no puedo aventurar cuántos, los que discurrieron por los grupos que continuaron su andadura en los siguientes cinco años. Citaré, por lo tanto, algunas cosas de esa primera fase que conozco y muy pocas de la fase final, cuyas noticias solamente me llegaron por correspondencia, y otras que reproduzco del artículo “Fechas claves” que apareció en el último número de la revista.
1960 14 de noviembre:
Nació el Gúlmont en Sierra Morena, como una idea de Santiago Pérez Gago. El nombre no fue lo primero en tomar forma, pues se tardó algunos días en decidirlo. “Recuerdo que se echaron encima los del GUM de Madrid y hubo que ponerle una L” (Emilio Palma).
1961 Semana Santa:
Diez esforzados andarines fueron de Córdoba a Sevilla a pie. Fue la primera actividad notable del grupo. Muchos de ellos le tomaron gusto a lo de conocer el mundo gastando suela y la idea se empezó a organizar.
1 al 25 de julio:
Ya como Gúlmont se hizo el recorrido a pie, desde Córdoba a Sama de Langreo. La “Ruta de la reconquista”, desde las flores de Linares a los riscos de Covadonga. Los Ri-Ma-Sa (Ricardo Veroz, Mariano Olivar y Santiago Pérez Gago), fueron los realizadores. La idea fue bien acogida, y hubo nuevos adeptos.
De las flores de Linares a los riscos de Covadonga
La actividad principal de la agrupación creada empezó a ser la salida quincenal, tras la cual se elaboraban informes, planos y reportajes fotográficos. Se incrementó pronto con actividades formativas complementarias.
Diciembre:
Hubo una serie de charlas sobre “Nociones elementales de Medicina montañera”, impartidas por el médico de la ULC, D. Segundo Alonso Lobo. Siguieron charlas y cursillos diversos sobre “signos de rastreo”, alfabeto Morse, nudos marineros y de escalada, clases de canto en grupo (las noches de los miércoles), se preparó el local social para conseguir un espacio cómodo para trabajar y en el que disponer de una biblioteca propia, y hasta se realizó el revelado de las fotografías (lo que en cierta ocasión provocó un rebote de Rafael Melero, que creyó en peligro su negocio).
1962 16 al 22 de abril:
El primer contacto con la alta montaña se presentó en la Semana Santa del 62: Sierra Nevada, con el intento de ascensión al pico Veleta, equipados con los chándals de gimnasia y cubiertos con mantas milicianas, contra una cellisca infernal.
"Campamento" en un convento de Granada
Aquél mismo año, con ocasión de la onomástica del director del colegio Gran Capitán, P. Armando Roces, se celebraron varias exposiciones simultáneas de distintas especialidades (forja, artesanía de alambre, pintura, fotografía, prensa y radio). Entre ellas tuvo especial atractivo la que se montó en la Sala de Montañismo, que pasó a ser la exposición permanente de la “Sala del Gúlmont”, transmitida a los sucesivos locales sociales con cada cambio de emplazamiento.
El pintor y profesor Francisco Zueras, contribuyó diseñándonos un banderín y elaborando algunas felicitaciones de navidad.
Verano:
Los Ri-Ma-Sa realizaban la Ruta del Quijote.
Ricardo, Mariano y Santiago
Se realizaron las primeras exploraciones del Gúlmont en Ojo Guareña y Atapuerca (Burgos), Cueva Cullalvera y otras cavidades de Cantabria y del Valle de Carranza (Vizcaya).
El “Ciclo de Estudios GULMONT”, en el curso 1962/63, nos dio las primeras nociones técnicas y científicas sobre disciplinas que serían definitivas en las futuras dedicaciones de algunos de nosotros: Geología, Botánica, Zoología, Hidrología subterránea y técnicas de campamento, escalada y espeleología.
1963 24 de febrero:
Se realizó el descenso de la Sima de Cabra, preparado durante todo el año precedente. Superadas las discrepancias internas que había suscitado este proyecto, desde aquel hecho la Espeleología tomó forma propia dentro del Gúlmont. Pero la superioridad de la ULC y Mutualidades consideró que la proeza había llegado a ser temeraria, y el P. Jesús García Álvarez, que llevaba la dirección del Gúlmont, recibió alguna advertencia. Él también había sido reticente con nuestros planes, pero nos permitió realizar la exploración por actitud pasiva, porque confiaba en nuestra capacidad. Siguió con su actividad al frente del Gúlmont, pero la cabeza visible pasó a ser el vice-rector, P. Alberto Riera.

"La Sima (en el tiempo del Gulmont)"
7 de marzo:
En la fiesta de Santo Tomás de Aquino, durante la cabalgata estudiantil y al paso de esta por delante de la iglesia, se descolgaron en “rappel” varios miembros del Gúlmont desde lo alto de la torre, al tiempo que sonaba un recio “¡Gúlmont, tra-ca-trá!”, entonado a coro. La cabalgata se paró, para contemplar el inesperado eclipse. No hubo expulsiones, pero la puerta de acceso al vacío campanario fue clausurada.
Foto: Mariano Olivar
21 de abril:
Dos montañeros del Gúlmont consiguieron llegar al Veleta (primer pico de más de 3.000 metros que se subia por miembros del grupo)
Siguieron la “Operación Sierra de Yeguas”, en Campillos (Málaga) y la de “Alto Ebro”, en Pesquera (Burgos), en las que se exploraron nuevas cuevas.
Foto: Mariano Olivar
Junio:
Se realizó una memorable marcha de unos noventa kilómetros, en tres jornadas, por la sierra cordobesa, pasando por Los Puntales y Cerro Muriano, donde tuvimos que desistir de una acampada nocturna en el campo de tiro militar, porque las bengalas de advertencia disparadas al aire, nos hicieron correr otra legua. Aquella fue la despedida, porque se acababa nuestra estancia en la Laboral.
En verano, de nuevo los Ri-Ma-Sa, realizaron otra Ruta, esta vez la del Cid, por las tierras del poema, desde Valencia hasta Burgos.
1º de octubre:
El Gúlmont necesitaba un órgano de difusión de sus actividades, y el propio Jesús García impulsó la puesta en macha del Boletín que, desde el 1º de octubre de 1963, cuando ya la mayoría nos habíamos marchado, se inició como una simple hoja informativa en "ciclostil" y permaneció vivo, a lo largo de nueve números de más de 18 páginas cada uno, hasta noviembre de 1967.
1964 Semana Santa:
Se organizó el I campamento Juvenil de la Universidad Laboral, dirigido por miembros del Gúlmont. Participaron 80 acampadores, demasiados, según los organizadores que seguían instrucciones impuestas. Se empezaban a cambiar las formas y el nombre pasó al de “Grupos de Excursionismo Gran Capitán”.
Foto: Jesús García, aportada por Manuel Broseta Serrano
Aunque durante los siguientes años, casi todos los que habíamos integrado la agrupación estábamos dispersados por la geografía laboral española, se consiguió reunir a algunos elementos durante los veranos, para organizar escaladas, marchas y exploraciones.
Verano:
Los Ri-Ma-Sa, que esta vez se quedaron en Ri-Sa, porque Mariano estaba en quintas, proyectaron una nueva gran andada: la Ruta de las Fuentes de España, en busca de los orígenes de Castilla.
Las campañas de exploración en Ojo Guareña (Burgos) que dirigía el Grupo Edelweiss, fueron motivo de encuentros en los años 63, 64, 67 y 68.
Otros hicieron su propia actividad particular en Segovia, Córdoba y Catalunya, publicándose sus participaciones en los distintos números de nuestra revista.
1965 13 al 24 de julio:
I Campamento Intersocial de Espeleologia “Edelweiss-Gúlmont-GEC”, desarrollado en Quincoces de Yuso (Burgos).
24 al 31 de julio:
I campamento de Alta Montaña del Gúlmont, en Picos de Europa,
1º de octubre:
El Gúlmont ingresa en el seno de la Federación Española de Montañismo
1966 13 al 20 de febrero:
Se celebra en Córdoba el I curso de Escalada en Roca y Técnica de Montañismo
3 al 9 de abril:
Operación "Fuente Alhama" de espeleologia, en las cercanías de Priego (Córdoba).
25 al 30 de julio:
Gúlmont lleva una representación al XXV Campamento Internacional de Alta Montaña, Pirineos
7 al 10 de septiembre:
I Operación "Asturias" de espeleologia. Las dos “Operación Asturias” del 66 y 67, fueron actividades espeleológicas por las que pasamos a la leyenda, junto a los más famosos “chalgueiros” o buscadores de tesoros de aquellas altas tierras.
Portada del libro de Jesús Suárez López. 2001. Describe algo nuevo del paso y la huella del Gulmont, en Asturias.
1967 19 al 26 de febrero:
1967: II curso de Escalada en Roca del Gúlmont
11 de marzo:
Imposición de insignias del Gúlmont, por el Presidente de la Federación Española de Montañismo
15 al 21 de julio:
II Campamento de Alta Montaña del Gúlmont, Gredos
1º de septiembre:
II Operación "Asturias" de espeleologia
En el último número del Boletín (el 9) se habla de los ya vigentes Estatutos de Régimen Interior de la ULC, en los que se recogen los “grupos de excursionismo, escalada y espeleología organizados dentro de la Universidad”. Esta parte fue presentada y defendida por el P. Gago, Ricardo Veroz y P. Rojo.
1968
Fueron notables la segunda exploración de la Sima de Cabra, durante el mes de abril, y la “Operación Rio Grande”.
En la Asamblea Nacional de Espeleología, embrión de la que sería luego Federación, el Gúlmont estuvo representado ese año por Ricardo Veroz Herradón, que había sido miembro fundador y que permanecería hasta los últimos tiempos de los que yo conozco.
26 de mayo:
Por la actividad de esta persona, ya por entonces profesor en la Universidad Laboral, la sección de Escalada en Roca se impulsó y tomó dimensiones que se reconocieron en todo el Estado, siéndole concedida al Gúlmont la placa de la Federación Española de Montañismo.
Y después de 1968 ...
La actividad que había arrancado con el espíritu del Gúlmont se mantuvo en funcionamiento, en la parte en que nosotros intervinimos, hasta 1968. Después, una niebla espesa se interpuso entre los antiguos miembros dispersos, que no tuvieron, en general, más noticias de la gente que había constituido el grupo. Yo ya no sé cómo acabó el Gúlmont.
Por los contactos establecidos por las Asociaciones de antiguos alumnos de la Universidad Laboral de Córdoba, hemos sabido de gente que pasó por el Gúlmont años después, como Manuel Broseta Serrano entre 1960 y 66 y Fco. Javier Cañardo Puy en 1979.
Hoy el Gúlmont es solo una tendencia a los reencuentros de figuras veteranas, como los que se han conseguido en 1998 y 2006, y como lo han podido experimentar también muchos de los primeros ex-alumnos de la Laboral, por su cuenta o mediante las Asociaciones. Y sus glorias son sólo recuerdos íntimos que pueden explayarse junto a un amigo, y que durarán mientras exista la memoria de quienes las pasaron, o haya quien, interesado en revivirlas, las lea, si otros hay que las escriban.
Octubre de 1998


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